El fotógrafo David Chancellor fotografió el instante en que: cientos de aldeanos hambrientos se agruparon para comer el cadáver de un elefante en Zimbabue.
Poco después del amanecer, un aldeano que pasaba en bicicleta por el Parque Nacional de Gonarezhou, avistó un elefante que apenas había muerto.
En 15 minutos cientos de aldeanos se acercaron y al cabo de una hora y 47 minutos, el elefante de 4 metros de altura y 6 toneladas de peso había sido reducido al esqueleto, reporta People Daily.
Los huesos del animal, de unos 70 años, también fueron aprovechados, fueron llevados para hervirse y servirse como sopa. En 24 horas de haber encontrado al animal, ya no quedaba nada, solo una mancha de sangre en la tierra.
(Noticias gracias a "planetacurioso")